El equipo médico del Servicio de Urología y de la Unidad de Próstata del Hospital San José, integrado por los doctores Antonio Blanco, Diana Mejía y Diego Laverde, urólogos altamente cualificados y de dilatada experiencia, señalan la importancia de «valorar, diagnosticar y tratar cuanto antes las patologías urológicas para evitar, así, su agravamiento, aprovechando los beneficios de la última tecnología y las nuevas terapias disponibles en nuestro hospital».  

Hiperplasia benigna de próstata: nuevos tratamientos, más seguros y eficaces

En el caso de los hombres, la próstata es muy sensible a los cambios dietéticos y al consumo de alcohol, lo que favorece su inflamación, especialmente, en verano. El agrandamiento prostático o «hiperplasia benigna de próstata», puede generar síntomas urinarios en los hombres a partir de los 40 años y, en los casos más severos, llegar a requerir la colocación de una sonda. De ahí, la importancia de tomar conciencia sobre los hábitos urinarios y posibles síntomas de alarma, como chorro débil o entrecortado, sensación de no vaciar completamente la vejiga, goteo al terminar de orinar o necesidad de ir por la noche al baño.

La oportuna consulta a los especialistas del Servicio de Urología y la realización de pruebas de imagen y exploración física, va a permitir que el paciente cuente con un diagnóstico preciso y con un tratamiento adecuado conforme a las características de su patología, que evite futuras retenciones urinarias y que mejore su calidad de vida sustancialmente. 

Técnica «Rezum» y cirugía láser de próstata. El tratamiento actual del agrandamiento benigno de la próstata vive una revolución con la llegada de técnicas mínimamente invasivas, en régimen ambulatorio, cuyos riesgos de generar complicaciones o efectos secundarios son mínimos. La terapia de acuavaporización prostática, conocida como técnica «Rezum» supone una gran alternativa, muy bien acogida para el abordaje de esta patología, por su gran eficacia, seguridad, rapidez y las considerables ventajas que ofrece frente a otros tratamientos farmacológicos y quirúrgicos convencionales. Asimismo, la cirugía láser, al permitir la resección de la próstata mediante el uso de tecnología láser capaz de destruir el tejido que bloquea la abertura de la uretra, representa otra opción terapéutica muy beneficiosa para el paciente, pues se trata de un procedimiento breve, que no requiere incisiones y que supone un alivio inmediato de los síntomas, con un bajo riesgo de efectos secundarios. El paciente, debidamente informado por los especialistas, tiene la ventaja de poder escoger entre dos técnicas de mínima invasión que aportan excelentes resultados en el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata.

Infección de orina: tratamientos efectivos y terapias preventivas 

Algunos hábitos propios de la época estival, como el aumento del consumo de alcohol, la ingesta de alimentos ricos en grasa, una escasa hidratación o el uso de prendas mojadas, pueden favorecer las infecciones urinarias. 

La cistitis o infección urinaria baja consiste en la inflamación de la vejiga, habitualmente, debida a colonización por bacterias, y puede presentarse en ambos sexos, siendo, sin embargo, las mujeres más propensas a padecerla. Los síntomas incluyen el aumento de la frecuencia urinaria, la urgencia miccional, el escozor al orinar o la sensación de no vaciar completamente la vejiga. En algunos casos, la infección puede cursar con dolor en la zona baja del vientre y, en los hombres, con dolor en el periné —zona comprendida entre los testículos y el ano—, al defecar e, incluso, en la cara interna de los muslos. La intensidad de los síntomas, asociados a malestar general y fiebre, debe hacernos pensar en una infección importante, lo que requiere de una valoración médica urgente. 

Tratamiento antibiótico e inmunoterapia. El tratamiento de la infecciones urinarias se soluciona, normalmente, mediante la administración de los antibióticos adecuados; sin embargo, su uso a largo plazo, en el caso de las cistitis de repetición, puede originar resistencia y anular su efectividad. De ahí, el empleo de nuevos tratamientos preventivos y profilácticos, como la inmunoterapia, que aumenta las defensas naturales para combatir las bacterias. Las cistitis, en los hombres, son consideradas infecciones complicadas puesto que, habitualmente, afectan al tejido prostático —prostatitis aguda—, lo que hace necesario un tratamiento antibiótico durante un periodo de entre 21 y 30 días.

Disfunción sexual: alternativas terapéuticas con excelentes resultados 

Las vacaciones son buena época para eliminar el estrés propio de la rutina laboral y prestar atención a la salud sexual; en particular, a problemas como la eyaculación precoz o la disfunción eréctil.

La dificultad para tener o mantener una erección puede aparecer a cualquier edad y tiene una alta tendencia a cronificarse, lo que puede generar sensación de ansiedad, pérdida de autoestima, miedo, evitación de los encuentros sexuales, crisis personales y de pareja y, en definitiva, pérdida de calidad de vida.

Ondas de choque de baja intensidad. Ante las disfunciones sexuales, los especialistas del Servicio de Urología del Hospital San José determinan el origen del trastorno y suman alternativas seguras y eficaces a los tratamientos farmacológicos. Así, las ondas de choque de baja intensidad, complementan sus efectos y ofrecen mejores resultados y más duraderos en un 70-90 por ciento de los casos, según avalan los estudios científicos. En sesiones de corta duración, sin anestesia y en el ámbito de la consulta externa, se consigue romper el calcio de las arterias del pene y estimular el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos (angiogénesis). Habitualmente, los especialistas recomiendan seis sesiones para los pacientes con disfunción leve, y hasta doce para disfunciones más severas.