Nuestro Servicio de Otorrinolaringología, encabezado por el doctor Sergio Miranda, ofrece atención especializada y cuenta con los medios tecnológicos más avanzados para prevenir y tratar las afecciones de oído, nariz y garganta en niños y adultos
Se debe acudir al otorrino cuando aparecen molestias en la nariz, la garganta o los oídos que afectan o perjudican al desarrollo normal de la actividad diaria. Los pacientes deben tener presente que este especialista se ocupa del manejo de enfermedades y de trastornos menos conocidos, según explica el doctor Sergio Miranda Fandiño, responsable del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital San José.
Patologías comunes tratadas por los especialistas del Hospital San José
Existe un amplio abanico de enfermedades que afectan a las vías respiratorias, la voz, la audición, el habla y los senos paranasales, y que pueden provocar importantes trastornos.
- Enfermedades que alteran tres de nuestros cinco sentidos. El otorrinolaringólogo aborda las enfermedades relacionadas con la audición, con el olfato y con el gusto.
- Alteraciones que afectan a la deglución y a la voz. También, abarca aquellas otras enfermedades que pueden producir alteraciones para la deglución (paso de los alimentos líquidos o sólidos desde la boca hasta el estómago) o para la fonación (proceso mediante el cual se produce la voz).
- Enfermedades asociadas a las glándulas salivales, glándula tiroidea y trastornos que producen vértigo o mareo. Aunque es un aspecto menos conocido por la población, el médico otorrinolaringólogo atiende las patologías que involucran a las glándulas salivales y tiroidea. Asimismo, aborda el diagnóstico y tratamiento de trastornos que producen vértigo o mareo.
- Ronquidos. El otorrino es, además, el encargado de la valoración inicial del paciente que acude a consulta a causa del ronquido, un síntoma que puede ser ocasionado por alteraciones tanto a nivel nasal, como del paladar o la garganta.
- Bultos en el cuello. Otra situación poco conocida, y donde el otorrinolaringólogo debe ser el especialista que realice la valoración inicial del paciente, tiene que ver con la aparición de un bulto o masa en el cuello. Esto podría obedecer a un aumento del tamaño de los ganglios linfáticos, originado por infecciones o enfermedades de diversa gravedad, a la presencia de quistes o al desarrollo de tumoraciones que pueden llegar a requerir de tratamiento quirúrgico.
- ‘Otitis del nadador’. La frecuencia con la que realizamos actividades en la playa o la piscina incrementa las posibilidades de desarrollar una otitis externa, comúnmente llamada “otitis del nadador”, debido a que los nadadores tienen cuatro veces más posibilidades de padecerla. Inicialmente, puede ser tratada por los médicos de atención primaria, pero cuando no hay respuesta al tratamiento o es necesario complementarlo con ciertos procedimientos, como aspiración del pus en el conducto auditivo, es necesario acudir al especialista en Otorrinolaringología.
- Patologías pediátricas que pueden afectar a la audición. En la edad pediátrica, son frecuentes las otitis, amigdalitis o las patologías de las adenoides, comúnmente llamadas “vegetaciones”. Son enfermedades que requieren un manejo adecuado, ya que, de lo contrario, pueden repercutir en la calidad de vida del niño y dejar secuelas que pueden afectar a un sentido tan fundamental como la audición.
- Alergias nasales. Canarias es la comunidad autónoma que cuenta con el mayor número de personas que presentan alergias. Sus características climáticas, incluida la calima, favorecen la aparición de ácaros, uno de los principales factores para desarrollar una rinitis. Cuando no se recibe un tratamiento farmacológico adecuado, la rinitis puede conllevar al aumento de tamaño de los cornetes o la aparición de pólipos nasales, que desencadenan como síntoma principal la obstrucción nasal, lo que afecta de forma significativa a necesidades básicas del individuo, relacionadas con la actividad física habitual o el descanso.
- Sinusitis crónica y aguda. De igual forma, los pacientes con rinitis pueden desarrollar una sinusitis crónica, que se produce cuando los senos paranasales permanecen inflamados durante más de tres meses. Una vez instaurada esta situación, el paciente, frecuentemente, tendrá exacerbaciones de su enfermedad, con episodios de sinusitis aguda: situación caracterizada por sensación de presión en la frente, mejillas o alrededor de los ojos, moco purulento, fiebre e incluso malestar general. Tanto la sinusitis crónica como la aguda requieren de un tratamiento adecuado ya que, de no ser así, pueden generarse complicaciones que necesiten un tratamiento quirúrgico, en algunos casos, urgente.
Factores de riesgo que favorecen la pérdida auditiva
La Organización Mundial de la Salud, en el informe hecho público en 2021 con motivo del Día Mundial de la Audición, señala que una de cada cuatro personas presentará problemas auditivos en 2050.
Este informe destaca que, en la niñez, casi el 60% de los casos de pérdida de audición responden a causas que pueden prevenirse, relacionadas, entre otras, con las enfermedades inflamatorias del oído medio. En los adultos, la limitación de los ruidos y la vigilancia de la posible ototoxicidad de los medicamentos, junto con una adecuada higiene otológica, pueden ayudar a mantener una buena audición y a reducir los riesgos de perderla.
El doctor Sergio Miranda Fandiño destaca que «La pérdida auditiva puede tener consecuencias dramáticas en la capacidad de las personas para comunicarse y, por lo tanto, para relacionarse y poder vivir una vida sin limitaciones determinantes, por lo que ante cualquier sospecha de mala audición o pérdida de audición, tanto en el caso de los niños como de los adultos, y para evitar que el problema se agrave o sea irreversible, se debe consultar cuanto antes al Servicio de Otorrinolaringología, cuyos avances tecnológicos incluyen las herramientas necesarias para un diagnóstico preciso y un abordaje eficaz en el Hospital San José».